Mi aportación fue tomada del mensaje cuaresmal 2020 del Papa Francisco.

El misterio pascual, fundamento de la conversión

“La alegría del cristiano brota de la escucha y de la aceptación de la Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús: el kerygma”. Con ello se rechaza la mentira de pensar que somos nosotros quienes damos origen a nuestra vida, mientras que en realidad nace del amor de Dios Padre, de su voluntad de dar la vida en abundancia. Si preferimos escuchar la voz persuasiva del «padre de la mentira» corremos el riesgo de hundirnos en el abismo del sinsentido, experimentando el infierno ya aquí en la tierra, según nos muestras hechos dramáticos personales y colectivos.

Por eso, el Papa quiere dirigir a todos los cristianos lo que ya escribió a los jóvenes en la Exhortación Apostólica Christus vivit, es decir, «Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez. […] Así podrás renacer, una y otra vez».

“La Pascua de Jesús no es un acontecimiento del pasado: por el poder del Espíritu Santo es siempre actual y nos permite mirar y tocar con fe la carne de Cristo en tantas personas que sufren”

Nos pide contemplar más a fondo es el Misterio pascual, por el que hemos recibido la misericordia de Dios. “La experiencia de la misericordia, efectivamente es posible sólo en un «cara a cara» con el Señor crucificado y resucitado «que me amó y se entregó por mí». Un diálogo de corazón a corazón, de amigo a amigo.  La oración, más que un deber, nos muestra la necesidad de corresponder al amor de Dios.

Te invito estimado amigo a dejarte penetrar por estas palabras del Papa donde en resumen nos invita a convertirnos al Señor a través de la oración y su Palabra para hacerla vida y en favor del más necesitado.

 

Gerardo M. Flores Domínguez     Colaboración F.H. Marzo 2020