Ahora queridos amigos quiero compartir con ustedes el contenido del libro 5 piedras que obstaculizan tu bendición del autor Juan Alberto Echeverry y que considero que nos pueden ayudar a mejorar nuestra vida.

Continuamos ahora con el segundo obstáculo:

2do. Obstáculo: La Desobediencia ( Vivir en el pecado ).

Es común que en nuestra vida espiritual nos dejemos llevar por un tinte de tibieza que hace que no experimentemos la plena felicidad.

No hace falta hacer un gran análisis de conciencia para darnos cuenta que hay cosas o actitudes en nosotros que nos alejan de Dios, actitudes que hemos venido cargando en nuestra vida y que no hemos podido deshacernos de ellas, por ejemplo; resentimientos, rencores, vicios, sexualidad desordenada, infidelidades a nuestra esposa, abusos a otras personas, mentiras, soberbia, avaricia, vanidad etc.

El mantener estas cosas o actitudes nos lleva a vivir en pecado, a desobedecer a Dios. El vivir en pecado nubla nuestra conciencia y nos deshumaniza, haciéndonos insensibles al dolor humano y nos hace sentir que todo lo que hacemos o decimos está bien.  Tal vez hemos tratado de corregir estas cosas o actitudes en alguna ocasión, pero hemos vuelto a caer. No hemos sido consistentes en nuestro esfuerzo de mejora.

Es importante entender que nuestra capacidad humana es limitada y que el pecado es como un fango resbaladizo y pegajoso que no nos deja ponernos en pie. Lo más importante es reconocer que necesitamos la ayuda de Dios y armar nuestra voluntad y ponerla en sus manos para que sea Él el que nos de la fuerza para quitar de nosotros esas cosas o actitudes de una manera definitiva. El camino de conversión es cuesta arriba y no será fácil, pero con la ayuda de Dios lo lograremos.

Revisa tu vida y encuentra cales son las actitudes o cosas que mas daño han causado a tu esposa, a tus hijos, a tus familiares, compañeros de trabajo y/o amigos y comienza a trabajar en ellas, a quitarlas de tu vida, a pedir perdón a los que hayas hecho daño y a demostrar con tu nueva vida el fruto de tu conversión

Dios quiere que seamos Hombres Nuevos, llenos de su amor, capaces de vencer al pecado y de amar a los demás como Dios los ama.

Ser un Hombre Nuevo nos hace vivir en plenitud la Felicidad de Dios.

Te anexo una oración para que la dirijas a Dios todos los días pidiendo su ayuda.

 

Dios Padre, todopoderoso y lleno de bondad, postro ante Ti mi corazón, apelando a tu infinita misericordia.

Señor, tu conoces mis debilidades y mis pecados. ¡Ayúdame a poder vencer mis malas inclinaciones!, dame la fuerza de voluntad que necesito para levantarme y alejarme del pecado. Dame la fortaleza de tu Espíritu para mantenerme firme en esta lucha, limpia mi mente de todos los pensamientos negativos que me llevan al pecado y restaura mi corazón, llénalo de tu amor. Pon en mi tu corazón para poder ser ese Hombre Nuevo que tu quieres que yo sea, para ser el esposo que necesita mi esposa, el padre que necesitan mis hijos y el amigo que necesitan mis familiares, compañeros y amigos.

Te lo pido por la intercesión de Nuestra Madre, la Santísima Virgen María que contigo vive y reina, por los siglos de los siglos Amén. 

 

Saludos

 

José Rosario Gonzalez